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Fabricando Suelos de Vinilo
El suelo de PVC, es el sustituto moderno del linóleo. Tanto su instalación como sus propiedades son muy parecidas, con la ventaja de que el vinilo es más resistente y duradero. El policloruro de vinilo es un derivado del plástico más versátil. Una de sus particularidades es su resistencia al fuego.
¿Cuándo se empezó a utilizar el suelo de vinilo?
Fue desarrollado como pavimento a principios de los años 50, inicialmente siendo mezclado de forma heterogénea y fijado en bases de fieltro. En los años 60 empezó a comercializarse en formato de superficie continua. Su época de esplendor llega de la mano de los años 70, cuando son desarrollados los suelos de vinilo homogéneos. Desde entonces y hasta ahora, esta alternativa a nuestros suelos de toda la vida no ha parado de innovar y evolucionar, desarrollando cada vez mayor resistencia a agentes como el fuego, abrasión o sustancias químicas, y por supuesto en su diseño cada vez más variado y sofisticado. Adaptándose a nuestros tiempos y a la importancia de cuidar nuestro planeta, el suelo de vinilo está siendo una alternativa para el reciclaje de otros materiales procedentes del PVC.
En función de su composición química y su proceso de fabricación, las propiedades de los suelos de vinilo pueden ser muy variables. Como características comunes a todos ellos, merece la pena mencionar su buena resistencia a las abrasiones, la impermeabilidad y su fácil limpieza.
Los suelos de PVC se clasifican en dos grandes grupos: suelo continuo ó flexible y suelo de losetas o rígido. El formato por el que apostamos en Tarimas Maravillas es el suelo de losetas. Estas son rígidas y duras. Tienen una gran estabilidad frente agentes químico, baja conductividad y lo más importante, destacan por su facilidad de limpieza y mantenimiento.
Los suelos continuos de PVC son láminas muy finas, por lo que pueden colocarse sobre pavimentos preexistentes, siempre que este soporte este bien firme y nivelado. Si queremos instalar un suelo de vinilo y el anterior no está en buen estado, añadiremos una capa de hormigón o tendremos que sustituirlo. Si por el contrario está en buen estado, simplemente aplicaremos una fina base de mortero autonivelante, para así deshacernos de cualquier imperfecto que este pudiese tener. Si se trata de una obra nueva, entonces la técnica es colocar primero un suelo de terrazo.
La lámina de vinilo se corta a medida en la propia obra antes de su colocación, y posteriormente es fijada al soporte mediante colas especiales. Existe la posibilidad de colocarlo sin necesidad de utilizar colas. Se dispone de dos láminas distintas; se pega con cola la superior a la inferior, de forma que se crea una única lámina que se apoya en el suelo preexistente. Se trata de una forma de colocar el suelo totalmente reversible, así que puede ser la mejor opción según la situación que se nos presente. Si por ejemplo queremos reformar un local para nuestro negocio, pero conservando el suelo anterior para evitarnos problemas, está será nuestra opción favorita.
La instalación del suelo de vinilo siempre va a depender del soporte al que se unan las losas. Estas deben ir colocándose y pegándose de forma individual.
Ventajas generales de los suelos de PVC
- Gran resistencia a la abrasión, lo que la hace perfecta para la edificación y la construcción.
- Es capaz de perdurar en el tiempo, de forma que llega a conservar todas sus propiedades hasta después de sesenta años.
- Resistente al agua.
- Resistente a la corrosión y al fuego.
- Es muy rentable, tanto la compra de sus losas como su instalación. A largo plazo es una de las mejores opciones que podemos encontrar en el mercado.
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