En términos generales, a la hora de realizar una instalación, lo más frecuente es emplear tarima flotante que no va adherida al suelo. Ello no implica, que no debamos tener en cuenta una serie de cosas sobre el subsuelo.

Lo más importante a la hora de instalar la tarima, es que se respete la separación de las paredes circundantes, para que ésta puede dilatarse sin problemas en caso de variaciones de humedad y temperatura. Se aconseja una separación de unos 10 milímetros, que más tarde va a ser cerrada de forma hermética por un rodapié.

Tratamiento previo del Subsuelo

El tratamiento del Subsuelo, es un paso previo vital en el proceso de instalación. En primero lugar, debemos asegurarnos de que el subsuelo esté bien nivelado y en caso contrario, corregirlo. Las irregularidades de más de 3 ó 4 milímetros en un metro de suelo, deber ser alineadas con empaste autonivelante.

A la hora de realizar una instalación en un edificio de nueva construcción, debemos comprobar la humedad residual del suelo de hormigón (solera).

Nunca se puede  instalar una tarima directamente encima de una moqueta.

Tras realizar el tratamiento previo del subsuelo en caso de que lo necesite, se procede a la insonorización del pisado.

Tipos de Subsuelo para la insonorización

Existen muchos productos capaces de ofrecer un alto grado de aislamiento acústico y nivelar además defectos que pueda tener el subsuelo.

En caso de tener calefacción de suelo radiante, debemos tener en cuenta que el sistema de insonorización sea compatible con esta, como es el caso de emplear una alfombrilla microperforada. Conocidos sistemas de aislamiento como la insonorización a base de espuma de 2 milímetros de grosor, no va a ser adecuado en pisos con este tipo de calefacción.

El último paso antes de proceder a la instalación de la tarima será decidir el sentido de orientación de las tablillas (mejor si lo hacemos en el mismo sentido que el sistema de insonorización). La recomendación básica, es realizar una instalación teniendo en cuenta la fuente de luz principal. Cuando hay varias fuentes de luz o varias ventanas, tomaremos en cuenta la más grande o la más luminosa. Esto se hace ya que, si las tablillas apuntan a la fuente de luz, no será tan fácil detectar las juntas o posibles imperfecciones.

Por otro lado, el sentido en el que se orienten las tablillas también influye de forma visual en la percepción del tamaño de la estancia. Si por ejemplo tenemos una habitación estrecha, lo más aconsejable será instalar las tablillas de forma longitudinal a la pared más corta, para darle una apariencia de mayo espacio a la habitación y no un aspecto “tubular”.